En el Día Mundial del Reiki, nos sumergimos en la historia inspiradora de Mikao Usui, el visionario que encendió la chispa de una práctica de sanación que ha tocado innumerables vidas alrededor del mundo. Su viaje es un recordatorio eterno de que el autodescubrimiento y la dedicación pueden abrir puertas a un mundo de sanación profunda y transformación interior.
Mikao Usui, un hombre de profunda búsqueda espiritual, emprendió un viaje de autosanación en las montañas del monte Kurama en Japón. A través de meditación, ayuno y reflexión, experimentó una conexión profunda con la energía universal que reside en cada ser vivo. Este momento de epifanía marcó el nacimiento del sistema de sanación conocido como Reiki.
Al igual que la suave brisa que acaricia las hojas de los árboles, Mikao Usui compartió su descubrimiento con el mundo, creando una metodología que permite canalizar y equilibrar la energía vital en el cuerpo. Su enfoque en el autotratamiento y la sanación holística no solo ha sanado cuerpos, sino que ha nutrido almas y espíritus.
Hoy, en su honor, continuamos la misión de Usui, compartiendo su legado con gratitud y respeto. Cada vez que extiendes tus manos para sanar, cada vez que practicas la autoreflexión y la autoaceptación, estás rindiendo homenaje a su búsqueda incansable de la verdad y al poder transformador del Reiki.
En este Día Mundial del Reiki, celebremos la llama que encendió Mikao Usui y que ahora ilumina nuestros propios caminos de sanación y crecimiento espiritual. Sigamos compartiendo el regalo del Reiki, guiados por el espíritu de amor, compasión y conexión que él encarnó.
Que esta celebración sea un recordatorio de que todos somos parte de una red de energía y amor que se extiende más allá del tiempo y el espacio. ¡Feliz Día Mundial del Reiki!
Con gratitud y luz, Milizen y Fernando/
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