Hace alrededor de 2000 años el Sabio Patanjali codificó muchas de las practicas ya existentes de la época en un texto conocido como los Yoga Sutras. Estos textos fueron escritos en el lenguaje sanscrito y en este se explica la idea esencial de la teoría y la práctica del yoga a través de divisiones o miembros, conocidos como Ashtanga yoga, yoga de los 8 miembros de Pantanjali, raja yoga “el camino real” y el mismo es una guía hacia la realización de tu propia naturaleza.
Los primeros 5 miembros se conocen como los externos y su práctica se relaciona con nuestro día a día y la relación con el mundo, refiriéndose al cuerpo, energía y sentidos. Los internos están vinculados con la meta final todo Ser que es la iluminación o Samadhi.
La práctica del yoga implica muchos aspectos que van más allá de Asanas. Es importante saber que las posturas que hoy conocemos y a lo que muchas personas se refieren como Yoga, fueron incluidas en una época posterior. De hecho, la única postura que se menciona en estos Sutras es la de Meditación, indicando que la mismas debe ser cómoda y estable, pues en su origen el yoga era asociados la práctica de la meditación y la contemplación.
Hace tan solo unos 1000 años que los asanas fueron ampliamente incorporados en el yoga junto a otras que sirven de complemento para despertar los canales energéticos y fueron agrupadas en lo que hoy conocemos como Hatha Yoga.
En esta ocasión estudiaremos los dos miembros que regulan nuestra relación con nosotros mismos y el mundo externo; Los Yamas y Los Niyamas.
Los Yamas se consideran los principios de conducta universal o códigos de conducta hacia los demás, mientras que los Niyamas son reglas de conducta personal, es decir, de la actitud que tenemos hacia nosotros mismos y nos ayudan a construir una base sólida para contenernos y mejorar nuestro comportamiento
LOS CINCO YAMAS
Los cinco yamas detienen el drenaje de energía que ocurre cuando nos dejamos dominar por los impulsos primitivos. Nos alertan cuando nuestras acciones están desbordadas y fuera de control, alejándonos del camino del Ser. Poner en práctica los yamas, nos ayuda a comprender los procesos psicológicos detrás de nuestras acciones y convertirnos en personas más estables y equilibradas.
· AHIMSA (No violencia)
En Ahimsa descansan todos los demás principios, es la clave para mantener una vida interior tranquila, así como relaciones saludables con los demás. Si no hemos dominado nuestras urgencias y deseos primitivos de auto preservación, iremos por el mundo de manera defensiva viendo a los demás como nuestros enemigos, manipulando nuestra conciencia y justificando nuestras acciones. La autocrítica, la duda y la incapacidad de dejar ir nuestros errores pasados mancillan nuestra confianza y voluntad; cuando esto sucede el miedo, la ira y la culpa nos dejan vulnerables y por afinidad llegan a nosotros más pensamientos negativos o circunstancias adversas. El principio de no violencia revierte este proceso y nos enseña a amarnos unos a otros. Comenzamos a darnos cuenta de que somos un solo espíritu y que nuestra verdadera naturaleza es divina, de alma a alma no deseamos hacernos daño. Desde nuestro corazón brota una confianza interior que nos empodera y nos impulsa a ser mejores
Recomendación: Practica la amabilidad, la compasión, el contentamiento, pide perdón y perdona. Con el tiempo estas acciones se convertirán en algo natural y orgánico de tu conducta.
· SATYA (No mentir)
Satya es la práctica de hablar con la verdad y expresarnos correctamente, siendo conscientes de que la palabra tiene poder y que lo que verbalizamos tiene el poder de materializarse. Nuestras están compuestas de la energía primordial del universo. Hemos sido creados para manifestar lo creemos y expresamos. Es por esto que también debemos cultivar pensamientos alineados con la mas alta dimensión de amor.
Recomendación: Practica la introspección, reflexiona y descubre quien realmente eres, aleja de ti todo pensamiento de miedo, emoción o pensamiento negativo, aplicando la llave de oro, es decir sustituir lo que drena tu energía, por pensamientos sobre Dios y sus cualidades. Exprésate desde el amor y habla solo cuando lo que tengas que decir, sea más hermoso que el silencio.
· ASTEYA (No robar)
En un estilo de vida Yogui, es decir integro e integral, la práctica de no robar, ni siquiera un pensamiento es un requerimiento fundamental para vivir de manera coherente y obtener dulces frutos de nuestras acciones.
El impulso de robar surge de una sensación de impaciencia y es una especia de violencia. Esto incluye no respetar el tiempo de los demás, sus opiniones, incluso hasta los recursos naturales. Es por esta razón que debemos observar nuestras emociones y deseos, para no permitir que estos nos llevan a querer lo que no nos pertenece o que volquemos nuestros anhelos de felicidad y plenitud hacia lo material. Cuando practicamos Asteya recordamos que el tiempo de Dios es perfecto y sus planes para nosotros son de bien.
Recomendación: Entrega desinteresada, servicio y contentamiento. Estar bien dónde estamos y con lo que tenemos. Esto no significa en modo alguno conformidad, es más bien, confiar en que existe un plan perfecto para cada uno de nosotros y que nada ni nadie puede alejarnos de lo que el Universo ha previsto para cada uno de nosotros.
· BRAHMACHARYA (Moderando los Sentidos)
Está fundamentado en tres principios que se entrelazan entre ellos y es lo que nos mantienen vivos y sanos, la mente, el prana y la vitalidad. Esta práctica nos guía a “caminar en conciencia de Dios". Mantenemos el equilibrio interno y observamos como nos sentimos sin dependencias o apego hacia ninguna sensación. Cuando logramos moderar nuestros sentidos alcanzamos la vitalidad, sanando y nutriendo nuestro cuerpo y nuestra mente. Nuestras tendencias mentales drenan nuestra energía, una respiración descontrolada y superficial drena nuestro prana, la indulgencia de nuestros sentidos drena nuestra vitalidad. Es por esto que la moderación nos ayuda a enfocarnos y que las fuerza pranicas fluyan libremente a través de nuestro cuerpo.
Recomendación: Hacer dietas mentales, seleccionar cuidadosamente lo que vemos, comemos y hacemos. De quienes nos rodeamos y el entorno en el que nos desenvolvemos. Actúa con moderación y preferiblemente siempre busca el camino del medio.
· APARIGRAHA (No apego)
Aparigraha significa no posesividad. Cuando queremos tener suficiente para saciar nuestros deseos, alimentamos aquello que no tiene límites. Los deseos pueden ser materiales, familiares, de poder y fama. Cuando estos se manifiestan exigen acción y una demanda la otra y así sucesivamente. Esto crea patrones de conductas en nosotros que nos atrapan llenándonos de desaliento, tristeza o frustración. Cuando practicamos el desapego, se aleja de nosotros la aversión y los deseos que nos atrapan en un circulo vicioso de insatisfacción, al punto que dejamos de apegarnos incluso a este cuerpo, empezamos a ver lo que es mas sutil, lo esencial que es lo mas evidente para el corazón.
Recomendación: Cultiva pensamientos opuestos que equilibren y ocupen tu mente. Haz todo desde el amor sin esperar nada a cambio. No persigues el fruto de tus acciones, deja que lo que sea para ti llegue en orden divino. No manipules las situaciones para que están sean solo favorables para. Cuando entiendas que quieres algo, preguntante si es realmente necesario.
LOS CINCO NIYAMAS
Los niyamas son herramientas constructivas para cultivar la felicidad y la confianza en sí mismo, son la disciplina y observancias que nos impulsan hacia nuestro objetivo y propósito de autotransformación.
· SHAUCHA (Pureza)
Shaucha significa purificación o limpieza. Incluye técnicas para limpiar el cuerpo y la mente. Es una limpieza externa e interna que nos preparan para entrar en estados profundos de meditación; de esta forma podremos mantenernos por más tiempos en estos estados que son ideales para alcanzar la autorrealización y mantener nuestra energía vital.
Recomendación: Considera tu cuerpo como un templo, donde reside la divinidad, el prana, el aliento de vida que te mueve y se experimenta a través de ti. Cuida lo que comes, lo que haces y dices. A medida que el cuerpo se purifica, experimentarás una salud radiante; a medida que la mente se purifica, te sentirás cada vez más coherente.
· SANTOSHA (Contentamiento)
La palabra santosha significa satisfacción, así como alegría. El contentamiento te lleva hacia la felicidad como nada más puede hacerlo. Se desarrolla a partir de una experiencia de aceptación, de la vida y de nosotros mismos. Recuerda que todo es válido en el aprendizaje. Intenta tener en cuenta la premisa yóguica de que todo lo que tienes en el momento presente es suficiente y la felicidad tendrá un espacio permanente en tu vida, pues todo lo que necesitas está dentro de ti. Todo sucede con un propósito ulterior y en orden divino, hay una realidad suprema que nos supera, tengamos fe en ella.
Recomendación: Suelta y deja ir. Practica el no bosquejar lo que pudiera ser o haber sido, se consciente de que no necesitas obsesionarte de los frutos que obtendrás de tu trabajo, disfruta el momento presente. Confía que todo es perfecto como es.
· TAPAS (Autodisciplina)
La definición literal de tapas es calor o resplandor. Las tapas acompañan a cualquier disciplina, respaldando los cambios positivos en tu vida. Creando hábitos productivos que impulsan y establecen mejoras en tu vida. A través de Tapas enfoca la energía, actúas con fervor fortaleciendo la voluntad para alcanzar tu propósito, enfocar tu energía para brillar interiormente y proyectar esta luz hacia los demás. Sin disciplina no hay yoga, pues no rendiría los frutos.
Recomendación: Practica tus asanas con disciplina para renovar tu energía y purificar tu cuerpo, practica con constancia las meditaciones para disciplinar la mente. Practica momentos de presencia utilizando tu respiración como ancla, de esta manera podrás practicar la austeridad de pensamientos incorrectos y por ende tus acciones, palabras y emociones brillaran como un Sol.
· SVADHYAYA (Autoestudio)
La práctica de svadhyaya nos acerca a nuestro Real Ser. El autoestudio incluye el estudio de las escrituras sagradas y pensar permanente en Dios. A través de la practica de los Yamas y Niyamas nos acerca mas al maestro interno que habita en nosotros. Vamos de a poco disfrutando de esos momentos de silencio interior y estudio profundo de la filosofía. Vamos conectando de manera consciente con los sabios del pasado y del presente. Creamos un puente de luz entre el reino de lo divino y nuestro interno.
Recomendación: Estudia los textos sagrados e inspiradores. Permite que la divinidad te hable a través de las palabras de los sabios. Medita constantemente, practica respiraciones conscientes y permite que la práctica de asanas te conecte con tu interior con cada movimiento.
· ISHVARA PRANIDHANA (Auto-Entrega)
Ishvara se refiere a la conciencia omnipresente, pranidhana significa "rendirse". Juntas, estas palabras pueden traducirse como "entrega confiada", el último y más importante niyama. A través del yoga vamos conociendo nuevas formas o caminos para inspirarnos y continuar con fervor y constancia hacia una conexión más profunda que nos guía hacia estados de felicidad espiritual y evolución. El acto de entregarnos al plan perfecto de Dios, al orden divino, confiados en un propósito superior, alcanzar el extraordinario estado de conciencia crística o búdica. Esto lo logramos con disciplina, auto estudio y entrega total a Dios.
Recomendación: Pensar sistemáticamente en Dios, sustituir los pensamientos negativos por sentimientos y emociones de amor y compasión. En tu practica de meditación enfócate en la presencia del espíritu en ti. En el prana que fluye amorosamente a través de tu cuerpo. Al practicar esta entrega a la energía vital, construirás el habito de entregarte de manera natural a Dios y su propósito divino.
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